traducción jurídica

TRADUCCIÓN JURÍDICA ITALIANO – ESPAÑOL

Posted on 29/08/2014 · Posted in traducción de italiano, traducción jurídica

Podríamos definir la traducción jurídica como un proceso de comunicación entre lenguas y culturas que, en este caso, se lleva a cabo dentro de un marco jurídico.

Las relaciones comerciales internacionales, la cooperación judicial internacional y muchos otros factores han convertido a la traducción jurídica en un servicio imprescindible.

Si nos centramos en las legislaciones española e italiana, como es nuestro caso, observaremos importantes puntos en común: ambas hunden sus raíces en el Derecho romano, ambas comparten todo lo referido a la Unión Europea en este ámbito… Pero a pesar de estas importantes semejanzas, la traducción de un documento jurídico italiano-español entraña muchas dificultades.

El texto jurídico es de carácter técnico y su traducción debe surtir  exactamente los mismos efectos en el sistema jurídico de la lengua a la que se traduce. Para realizar este trabajo de la mejor manera posible, el traductor debe tener un profundo conocimiento de ambas lenguas, además de las nociones necesarias para comprender los dos ordenamientos jurídicos. Ambos requisitos son imprescindibles a la hora de abordar  un trabajo que presenta no pocas dificultades: opacidad del lenguaje, trampas del vocabulario, términos técnicos y conceptuales muy específicos, la existencia de lagunas léxicas, la elección del término preciso…

A todas estas dificultades se añade otra no menos importante: las grandes semejanzas entre el castellano y el italiano. Y es que, aunque resulta paradójico, la afinidad entre ambas lenguas dificulta la labor del traductor, que debe extremar la atención para evitar las interferencias de un idioma a otro, así como otros errores debidos a la gran proximidad léxica y morfosintáctica.

Una de las principales diferencias entre el lenguaje jurídico español y el italiano reside en el uso de los tiempos verbales. Mientras que en el español jurídico predominan el subjuntivo, el futuro de indicativo y el gerundio, vemos que en italiano impera el indicativo. Por el contrario, en los textos jurídicos italianos no encontramos oraciones independientes con el subjuntivo, por lo que, por ejemplo, no aparecen frases interrogativas directas de tipo dubitativo u oraciones principales optativas o exhortativas.

Otro ejemplo que ilustra las dificultades a las que se enfrenta el traductor jurídico de este tipo de documentos es el que se refiere a la falta de equivalencia entre organismos. Aparece entonces la necesidad de recurrir a la técnica del calco o de la explicación. De todos modos, incluso cuando la equivalencia existe, hay que ser cauto a la hora de utilizarla, ya que el organismo al que se refiere el texto original es extranjero y así debe constar, para no dar lugar a ninguna duda o interpretación equivocada.

En resumen, es importante destacar que muchos de los problemas de  la traducción jurídica italiano – español se deben a las interferencias lingüísticas y al desconocimiento de algunos aspectos culturales. Es necesario prestar una atención especial a estos aspectos, ya que el objetivo de este tipo de traducciones no es pasar de un sistema jurídico a otro, sino comunicar a un sistema jurídico lo emitido o acordado por una entidad extranjera perteneciente a otro sistema jurídico. Por ello, es importante que las peculiaridades del sistema del texto original se mantengan y sean comprensibles. De ahí la importancia de confiar la traducción de este tipo de documentos a profesionales cualificados.